NUESTRO MODELO SINDICAL
FIST
Tal y como muestran nuestros estatutos, FIST es un sindicato horizontal y descentralizado. Eso se traduce en que no tenemos una cúpula ejecutiva y una estructura piramidal, como es común en la mayoría de sindicatos del territorio español. FIST se configura mediante sus secciones sindicales, que gozan de autonomía plena. Los órganos que están por encima de las secciones sindicales solo ostentan un rol de coordinación y soporte para esas secciones sindicales.
Las secciones sindicales se componen de tod@s l@s trabajador@s afiliad@s al sindicato dentro de una empresa o centro de trabajo. Son ell@s, mediante los métodos democráticos más estrictos, quienes toman las decisiones y ejercen la acción sindical que les sea más conveniente, sin injerencias o presiones de los órganos superiores del sindicato, cuya misión es la de dar apoyo, recursos y asesoramiento, pero no decidir por los afiliad@s, o imponerles vías de acción.
Es muy cierto el dicho que reza que el conocimiento es poder. El sindicalismo en España ha sido institucionalizado y domado, con el objetivo de canalizar el descontento social dentro del ámbito del trabajo a través de los sindicatos que deben pleitesía a los partidos políticos, que a su vez, mercantilizan ese descontento para sacar pingues beneficios, y de paso, ejercen, a cambio de esas prebendas a los partidos, una labor de control social, mediante la acción de descafeinar y apaciguar la lucha de las trabajadoras y trabajadores de este país. Para conseguir este objetivo, el estado español ha legislado en extremo la actividad sindical. Si bien la constitución española del 78 considera la actividad y la libertad sindical como un derecho fundamental de la ciudadanía, a la práctica, esa libertad se ha acotado enormemente mediante una retahila de leyes y normas que primeramente benefician a los sindicatos estatalistas, y segundo, hacen extremadamente compleja y dificultosa la acción directa de l@s trabajador@s para la defensa de sus derechos. A día de hoy, para que todas las trabajadoras/es puedan defenderse de forma eficiente, es necesario que conozcan y entiendan cuáles son sus derechos, cuáles son las vías de acción, y qué normas y leyes rigen esas vías de acción y esos derechos.
Por esta razón, en FIST entendemos que es fundamental el formar a nuestr@s compañer@s de manera continuada en todos los aspectos esenciales que determinan sus condiciones laborales. Gran parte de nuestra labor es la de facilitar el conocimiento necesario para que tod@s l@s trabajador@s puedan defenderse por ellos mismos.
Nuestro credo es que FIST no quiere representar trabajador@s, sino que los trabajadores y trabajadoras puedan representarse a sí mism@s, y para ello es básico que l@s compañer@s obtengan el conocimiento necesario para alcanzar sus objetivos, y defender sus derechos.
El siguiente punto que define a FIST es la acción directa.
Al igual que creemos que tod@ trabajador/a debe poder representarse a sí mism@, también entendemos que tod@ trabajador/a debe luchar y defender sus derechos por sí mism@s.
Si bien la negociación colectiva es parte fundamental del ejercicio sindical, también es de suma importancia el ejercicio de la huelga y las demandas planteadas ante la inspección laboral y los juzgados. Una negociación no es más que la lucha de poderes para alcanzar un acuerdo entre las partes. Para poder negociar es básico que las dos partes tengan un poder similar, ya que si una de las partes se encuentra en claro desequilibrio de fuerzas, la negociación acaba siendo una imposición, que siempre beneficia a la parte que ostenta mayor grado de poder.
En el mundo laboral, las empresas y las patronales, que no son otra cosa que agrupaciones de empresas de un sector especifico que tienen el objeto de defender sus intereses, son los que ostentan el poder. Son estas las que crean y destruyen empleo, las que definen el poder adquisitivo de l@s trabajador@s mediante los salarios, y las que definen tu tiempo de trabajo mediante horarios, turnos y rotaciones. Por contra, los sindicatos sólo pueden ejercer poder en las negociaciones mediante la amenaza de la huelga. Se podría decir que sin coacción no hay negociación. Y esto es muy importante, ya que hay que entender que las empresas, mayoritariamente, no van a otorgar beneficios o implementar mejoras a no ser que se les fuerce a ello, y la única manera que un sindicato tiene de forzar a las empresas a otorgar beneficios a los trabajador@s es mediante el ejercicio de la huelga. Ahora bien, mientras el poder de las empresas se concentra en sus directivos, el poder delos sindicatos está disperso entre los trabajadores y trabajadoras que lo conforman. Para que una huelga tenga éxito, es de vital importancia que l@s trabajador@s, como colectivo, la secunden.
La huelga es un ejercicio de poder colectivo que se sustenta en la decisión individual de cada trabajador/a. Por eso, para FIST, es básico que cada trabajador/a, de forma individual llegue a comprender que para luchar por sus derechos y mejorar sus condiciones de vida es necesario estar dispuesto a luchar.
Las empresas juegan con ventaja en las negociaciones colectivas. Tienen dinero, tienen recursos y sus acciones y decisiones se concentran en unas pocas personas. Por el contrario, l@s trabajador@s tienen responsabilidades, hipotecas, miedo a las represalias, a perder sus empleos y recursos limitados. Por eso FIST, teniendo en cuenta esa vulnerabilidad, pone sus recursos y los medios necesarios para que los compañer@s puedan ejercer su derecho a huelga y conquistar las mejoras sociales necesarias para alcanzar la dignidad en el trabajo. La otra forma de acción directa es mediante las denuncias ante la inspección laboral y los juzgados.
Muchas veces, ya no es solo luchar por mejorar las condiciones laborales, también hay que batallar diariamente para no perder las ya alcanzadas y controlar que las empresas no se salten las normas y cumplan con todos y cada uno de nuestros derechos como trabajador@s. No es raro que una empresa firme un acuerdo o un convenio colectivo y luego se lo salte a la torera cuando no le conviene. Por eso FIST ejerce una labor de vigilancia constante dentro de las empresas y denuncia y plantea los pleitos necesarios para corregir situaciones contrarias a la ley o que vulneren los derechos de l@s trabajador@s. Por ello FIST destina gran parte de sus recursos económicos y materiales en costear y revindicar por la vía judicial todo tipo de casos, ya sean conflictos colectivos, demandas de acoso laboral, acoso sexual, reclamación de cantidades, despidos, sanciones, y cualquier otro tipo de situaciones y casos en que nuestros afiliados necesiten de la representación jurídica apropiada.